Tener una buena noche de sueño es importante para poder rendir al máximo en tu día a día. Por esto, es necesario asegurarte de tener un descanso reparador, para esto, debes realizar mantenimiento y limpieza de tu colchón y sábanas. Usualmente, éstos suelen alojar ácaros, que aunque son inofensivos, pueden generar alergias y perturbar tus horas de sueño. Afortunadamente, eliminar los ácaros del colchón no es una tarea imposible.
Los ácaros son una clase de arácnidos diminutos que no se ven a simple vista, sin embargo, es bastante común encontrarlos en nuestra cotidianidad. Los más comunes son los ácaros del polvo y los ácaros domésticos, viven en lugares templados y con cierta humedad. Unos de los lugares preferidos por los ácaros para vivir, son los colchones, aunque no puedas observarlos, existen formas de saber si están allí.
Consejos para eliminar los ácaros
Aunque estos arácnidos suelen ser bastante inofensivos, pueden ser perjudiciales para aquellas personas propensas a sufrir de alergias y problemas respiratorios. Por esto, es mejor evitar la proliferación de ácaros, creando un ambiente poco confortable para su reproducción y supervivencia. Algunos de los consejos que debes incorporar a tu rutina de limpieza diaria para dejar de preocuparte por los ácaros son:
- Ventila bien tu dormitorio. Esto es esencial, ya sea que hayas observado las señales de presencia de ácaros o no. Abre las ventanas para ventilar todo el aire y calor acumulado durante la noche.
Al reducir la humedad en tu habitación, podrás reducir las probabilidades de que el número de ácaros en tu colchón aumente, e incluso podrás eliminarlos por completo.
- No hagas la cama inmediatamente. Tu cama también necesita ventilarse, por lo que es recomendable que no la hagas inmediatamente después de levantarte.
Pues, de esta forma, podrás eliminar el calor y la humedad que dejaste en el colchón durante toda la noche. Espera al menos una hora, y asegúrate que tanto el colchón, como las sábanas y las almohadas están completamente frías.
- Cambia las sábanas regularmente. Cambiar la ropa de cama regularmente es imprescindible en los hábitos de limpieza e higiene personal. Pues, en las sábanas se acumulan restos de piel muerta que sirven de alimento para los ácaros.
Además, en ellas se acumulan fluidos corporales desprendidos durante la noche, como la saliva, el sudor, sangre y orina, los cuales son bastante atractivos para estos insectos.
